Como docente que labora en una comunidad rural, ubicada en un área catalogada de difícil acceso por el Ministerio de Educación, hablar de mi realidad educativa es un hecho que me llena de mucha emoción.
Al ser nombrado para laborar en la Escuela de Peña Prieta, pensé que debía hacer una pausa en mi proceso de instrucción hasta que consiguiera mi traslado (dos o tres años después) hacia un lugar más cercano. Sin embargo, la realidad fue otra.
Las herramientas tecnológicas, específicamente, el sistema de estudio a través de entornos virtuales de aprendizaje, me brindaron la oportunidad de obtener una educación de calidad, sin importar el lugar donde me encontrara.
Como estudiante me siento satisfecho con este método de enseñanza; sin embargo, debo admitir que el mismo requiere de una organización bien estricta para mantener tus asignaciones siempre a tiempo.
La relación con mis compañeros no ha sido muy cercana. Hemos compartido información, opiniones, ideas y comentarios sobre temas puntuales. Reconozco también que todos son muy activos y participativos.
Como tutor virtual, utilizaría solamente un espacio para facilitar la información a los participantes y responder sus preguntas.
